domingo, 9 de junio de 2013

Mi Psicólogo Yo


¿Sabían que todos podemos ser "Psicólogos"? Algunos psicólogos lo admiten. Porque como en muchas cuestiones ligadas a la vocación, las habilidades, los talentos, la propensión a, aveces el alumno es mejor en su oficio que el maestro. Y toda vez que sabemos que un papel no certifica necesariemente siempre el contenido del envase, la vocación de ayudar a los otros, compartir la experiencia, enriquecerla entre todos, es suficiente según el caso para brindar apoyo a quien lo necesita. Claro está, siempre que no se trate de patologías o enfermedades diagnosticadas, para lo que sí es preciso tener licencia. Sin embargo, por ejemplo, cuando pedimos o damos el consejo a un amigo, no estamos más que haciendo de psicólogos, consejeros espirituales a fin de cuentas. Cuando una madre o padre orienta y aconseja a su hijo o hija, está obrando en igual sentido. Oficiar de psicólogos es más común de lo que pensamos o creemos, y por eso es tan importante saberlo, ser conscientes que lo que podemos decir a una persona, sobre todo a un ser querido, es muy influyente, más de lo que quizás se nos ocurriera imaginar. Una "prueba" de esto es, cuando alguien poco allegado a uno nos critica o se convierte en rival. No importa tanto... . Pero sí llega a importar mucho si ése es el caso con una persona querida por uno.

Sería bueno comenzar a prestar atención a lo que decimos, cómo lo hacemos, si vale la pena, si es el momento, si lo que tenemos para decir es mejor que el silencio, y sobre todo, teniendo en cuenta quiénes somos para esa persona.





  • Según estudios, la opinión de los padres por ejemplo, sobre lo que es el hijo o hija, tiene influencia inconsciente en la autoestima, la confianza y la idea de sí mismo que tenga una persona, hasta alrededor de sus treinta años...
  • Gabriela Mathey EstiloBlog  y me acuerdo del padre de Homero Simpson diciéndole en voz alta lo que pensaba de él, con totaaaal crudeza.
  • La idea de aprender se da a partir de la experiencia y las experiencias concretas que más te tocan de cerca. La experiencia "deja" "enseñanza" o "experiencia" debido a lo que se puede hacer con ella, a partir de los saberes que se traen, y los nuevos que se generan en una síntesis nueva. Una misma experiencia compartida, (ya sea in situ o no) llega o impacta de diferentes maneras a distintas personas según su personalidad, su historia, las experiencias previas similares, el tipo de espiritualidad que tengan, la ideología, la fortaleza (o des-fortaleza) frente a la adversidad, etc. Algunos aprovechan poco, de lo mismo que otros aprenden muchísimo. Está en la capacidad de ver, observar, aprehender, para luego observarse a uno mismo en ello, a través de eso.

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